¿Ayrton Senna en Minardi? Pudo haber sucedido…
Al menos eso dice Giancarlo Minardi fundador del equipo, que declaró que el objetivo final de Ayrton Senna no era solo superar los cuatro títulos mundiales de Alain Prost e igualar los cinco de Juan Manuel Fangio , récord de títulos de F1 en ese momento, sino también elevar a la grandeza a la luchadora escudería Minardi, al que veía como el equipo de carreras más puro.
Ayrton Senna y Giancarlo Minardi siempre habían tenido una buena amistad. Como es tradición en la categoría, los equipos pequeños, como era el caso de Minardi, suelen ser los mejores en cuanto a comida se refiere en el paddock. El equipo de Faenza, tenía como seña de identidad un menú típico de su zona en Italia y de vez en cuando algunos pilotos, entre ellos Senna, se acercaban al hospitality del equipo para disfrutar de una buena comida.
Pero la relación de Senna con Minardi, comenzó mucho antes, en 1982, cuando el brasileño competía en la Fórmula Ford en Inglaterra y Giancarlo invitó a Ayrton a correr para su equipo en la F2. Paolo Barilla, que se convertiría en piloto del equipo en la F1, fue el encargado de notar el talento del brasileño y lo recomendó.
«Durante el fin de semana de Hockenheim, invité al joven Senna a cenar al hotel. Le ofrecí 50 millones de liras (26.000 euros aproximadamente) para competir con nosotros en la F2, pero lo rechazó cortésmente. Me agradeció porque fui el primero en ofrecerle un contrato remunerado para correr. Desde ese día, en los escenarios donde la Fórmula Ford y la F2 compartían fines de semana, venía a cenar a nuestra autocaravana. Y ahí empezó la buena relación», recuerda Minardi en el libro «Forza Minardi».
A pesar de su amistad, Giancarlo impidió que Senna corriera para su equipo en 1993. «A principios de ese año, debido a los problemas en McLaren, había decidido correr para Minardi, pero lo convencí de que no tomara esa decisión. Después de eso, cerró el famoso acuerdo de «1 millón de dólares por carrera», en la que quizás fue su mejor temporada en la F1″, dijo Minardi.
«Senna me dijo en varias ocasiones, que primero tenía que ganar cinco títulos mundiales y que luego vendría a mí para hacer grande a mi equipo. Correré gratis, pero nos llevaremos la satisfacción de sacar tus coches de la última línea de parrilla. Palabras que me gratificaron mucho, por desgracia, el destino le impidió hacerlo”, añadió Minardi.
«A menudo recibía sus llamadas de Brasil y hablábamos por teléfono durante varias horas y durante el Gran Premio, venía a cenar con nosotros en secreto».
«Ciertamente, con Ayrton Senna en nuestro equipo, las relaciones con varios proveedores técnicos habrían cambiado. Con su experiencia y carisma, el equipo podría haber tenido una evolución imprevisible. Cada vez que nos reunimos, reafirmó su voluntad de unirse a nosotros, este mero pensamiento llenó de orgullo mi corazón”.
En el homenaje realizado el día 1 de mayo de éste año en Imola, decía Giancarlo: «La dimensión de la grandeza de Ayrton reside en el hecho de que aún hoy, después de 30 años, estamos aquí para recordarlo como si fuera el día después de aquel trágico domingo».
«También es querido por muchos jóvenes que desgraciadamente nunca le han visto correr, esto dice mucho de lo que nos ha legado, porque para ver lo bueno que era basta con leer sus éxitos en las enciclopedias».
Lamentablemente los trágicos acontecimientos de aquel 1 de mayo de 1994 no permitieron al mundo ver si esta historia realmente se materializaría algún día en la F1.
© Gallego Fernández