Sale a subasta, el legendario Restaurante «Il Cavallino»
Un pedazo de la historia de Ferrari sale a subasta, se trata de la colección de objetos del legendario Restaurante «Il Cavallino» en via Abetone Inferiore, frente a las puertas de la fábrica en Maranello.
Las instalaciones propiedad de Ferrari están en proceso de renovación y serán confiadas al chef Bottura, hasta ahora fue gestionado por más de 36 años por Giuseppe Neri y sus herederos, y se había convertido en un pequeño museo sobre la historia de Ferrari.
Un lugar mítico, de peregrinaje, donde el tiempo parecía haberse detenido entre tortellini en caldo y sillas rojas. Las ampliaciones en blanco y negro de Niki Lauda, Gilles Villeneuve , las de Michael Schumacher bañadas en champán, los cascos en las paredes, las dedicatorias, los motores de F1 en exhibición, monos y camisetas, estatuas y recuerdos por todas partes.
Era la «cantina» de Enzo Ferrari, el Drake comía simple: ravioles con mantequilla y salvia, risotto a la parmigiana, pescado, siempre en su habitación privada. Allí también celebró su último cumpleaños, el de los noventa. Fue él quien convenció a su amigo Neri ampliar las actividades a la restauración. Neri falleció en 2015, sus hijas continuaron dirigiendo el restaurante hasta que el año pasado Ferrari, dueño del local, decidió modernizarlo, confiando la dirección al chef estrella Massimo Bottura.
El anuncio lo hizo el entonces CEO, Louis Camilleri, en el otoño de 2019.El 6 de febrero, en París, la casa de subastas Artcurial subastará los «tesoros», la mayoría de los cuales componen el mobiliario del restaurante.Entre los artículos a la venta se encuentran partes de la carrocería del Ferrari 641 de Alain Prost (precio de salida: 20-30 mil euros) y el volante del 412 T2 de Jean Alesi y Gerhard Berger de 1995.
Lo más destacado es el motor V12 de 3 litros, también del 412 T2, uno de los últimos doce cilindros del Cavallino. Se exhibió en la entrada al lado del mostrador en un pedestal, ¿el precio? entre 70 y 80 mil euros. También hay motores superdeportivos de carretera: el V12 del 612 Scaglietti y el V8 del Maserati Gran Turismo S.
De los años dorados, el motor del F2002, el del tercer título de Michael Schumacher. También están el casco del alemán (temporada 2005) y el de Fernando Alonso utilizado en 2010, una infinidad de fotografías, carteles autografiados (uno de Jean Todt vale entre 1.000 y 1.500), la escultura de un Cavallino Rampante de Domenico Poloniato , decenas de maquetas, volantes, pizarrones que utilizan los mecánicos, relojes, maletas, carteles y catálogos vintage …Mi opinión personal es que esto es una muestra más de la pérdida de ciertos valores, de la política absurda de Ferrari.
Para los que alguna vez hemos comido en el Cavallino es una gran decepción, era un sitio familiar, con buena comida tradicional, que al final era lo de menos, sólo bastaba con ver las reliquias allí expuestas, era como estar comiendo dentro de un museo. Triste noticia.