Hoy, hace 70 años, Froilán Gonzalez le daba su 1º victoria a Ferrari
Concretamente, fue el 14 de julio de 1951. Era la quinta carrera de la segunda temporada de la historia de la F1. «Esta es tu carrera, ganala vos”, le dijo Alberto Ascari.
José Froilán González, de 28 años, no entendía qué pasaba. Pepe era el cuarto piloto de Ferrari y sabía de antemano que ante el primer inconveniente que sufriera el italiano debería dejarle su auto, tal como se lo había aclarado Enzo Ferrari cuando firmó su contrato de 150 mil liras. Sin embargo, la estrella de la Scuderia, quien peleaba el título con Fangio, le pidió que siguiera. Era apenas el segundo GP del arrecifeño en la Rossa, tras su debut como invitado en Francia, donde había llegado a liderar hasta que debió cederle su 375 justamente a Ascari.
Con la anuencia de su compañero, Pepe continuó con la Ferrari número 12 hasta el final del GP de Gran Bretaña en Silverstone.
«Fangio fue el que me entusiasmó, porque me llevó a recorrer el circuito en su Alfa Romeo particular y me dijo que las características del trazado no se adaptaban a las Alfetta. ‘Creo que esta vez cobramos y ganás vos’», relataba el Cabezón
Utilizó todos los datos que le había dado su amigo Fangio tres días antes cuando juntos giraron en el trazado con un Alfa Romeo de calle. “Cuidado con el bache en la recta del hangar”; “En Abbey se puede superar a otro auto”… El Chueco, corredor oficial de Alfa Romeo, fue de gran ayuda para Pepe en aquella carrera. Y hasta se le acercó antes de largar (Pepe tenía la pole) y le dijo: “Si no pasa nada raro, ganás”. Los nervios de Froilán fueron tan grandes que debió salir de la grilla velozmente para ir al baño. En el apuro no se dio cuenta de que en la puerta decía “Ladies”… “Las inglesas deben haber pensado que la señora que estaba allí sentada no era muy pudorosa. No se imaginan las caras que pusieron cuando me vieron salir, jaja”, contaría.
«Todo el mundo estaba como loco, gritando fervorosamente y me llevaron en andas hasta el podio» recordó Froilán; «Luego me llevaron hasta la Reina de Inglaterra, que me felicitó. Nunca había pasado nada parecido. Cuando vi que izaban la bandera argentina ya no lo pude soportar y me puse a llorar. Ese momento estará en mi memoria por siempre»
González aprovechó las bondades del motor V12 aspirado de la 375, que consumía menos combustible que el de ocho cilindros en línea con turbo de las Alfettas, para detenerse después que Fangio en boxes y redondear su primera victoria en la Máxima, el estreno triunfal de Ferrari en la Fórmula 1. El arrecifeño lideró los entrenamientos, marcó la pole con una diferencia de más de dos segundos sobre sus compañeros de escuadra y triunfó después de 2 horas y 42 minutos de manejo.
De vuelta a Maranello, Froilán fue recibido con el repiqueteo del campanario de la parroquia de San Biaggio, que suenan cada vez que la Rossa logra un triunfo. “Llegué el miércoles siguiente a la victoria. Cuando entré en el despacho del Viejo ya tenía la foto de mi victoria en Silverstone y estaba loco de contento, me pidió que la autografiara y me regaló un reloj de oro con el Cavallino Rampante en el cuadrante y grabado en la caja”.
El Viejo lo esperaba con un nuevo contrato, que Froilán firmó sin leer. “Usted ganará seis millones de liras al año y no tendrá que cederle el auto a nadie. Gracias señor González, no me olvidaré de usted mientras viva”, lo mimó don Enzo (falleció el 14 de agosto de 1988). “De ninguna manera, soy yo quien debe darle las gracias. Ferrari será un gran equipo y se escribirán libros enteros contando su historia, enumerando triunfos y más triunfos. Yo sólo seré Pepe González, el piloto argentino que ocupará la primera línea de esa lista”, contestó Froilán.