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Chapman, Zandvoort ’65, la noche en un calabozo y un abogado muerto.
El Gran Premio de Holanda de 1965 culminó con el triunfo de Jim Clark con Lotus, pero Chapman no pudo celebrarlo porque aquella noche durmió en la comisaría
La policía Holandesa que custodiaba el circuito de Zandvoort en aquellos años… conocía muy poco de F1
En la edición del ’63 Jim Clark iba a ser víctima del celo y desconocimiento de esa mezcla de eficiencia e ignorancia. Durante los entrenamientos, el escocés se fue a ver una curva tras los stands para ver como transitaban su competencia en pista.
Uno de los policías vio que Clark no tenía la credencial habilitante para estar ahí, empezó a zamarrearlo y se lo llevó al puesto que la policía tenía en el circuito. El trámite duró varias horas y mucha pelea para que Jim fuera liberado. El domingo, ante miles de ojos incluido los de su guardián, Clark ganó con Lotus el Gran Premio de Holanda de aquella temporada en que el gran escocés logró su primer título mundial.
Pero parece que con esa bizarra experiencia, la Policía Holandesa no aprendió nada y volvió a repetirlo con casi los mismos protagonistas en la edición del ’65
Hacía mucho calor aquel 18 de julio en el que se disputaba el Dutch Grand Prix de 1965. En aquella época, se colocaba un brazalete identificativo, pero Colin Chapman, al llevar una remera de mangas cortas, en lugar de en el brazo se lo colgó del cinturón. Tras hablar en la línea de salida con Jim Clark, volvió a su box para seguir desde allí la carrera. Pero en el camino un policía auxiliar encargado de desalojar la pista no vio el brazalete oficial de Colin y agarrándole con fuerza le lanzó al otro lado de los guardarraíles de protección. Chapman, enfurecido, le pegó un puñetazo en pleno rostro.
Colin ya casi ni se acordaba de la pelea y estaba centrado en lo que venía y siguió la carrera de sus pilotos desde el box saltando finalmente a la pista y revoleando su gorra al paso de Clark bajo la bandera a cuadros como vencedor de la misma.
Al volver a su box un grupo de policías le ordenaron que les acompañara. Chapman se negó y los agentes lo agarraron por los brazos (uno lo tenía agarrado de los pelos) mientras el ingeniero pedía ayuda a gritos a sus mecánicos que tiraban de sus piernas para impedir que se lo lleven. Finalmente, se lo llevaron detenido hasta la dirección de carrera, Stanley, dueño de BRM logró calmar un poco las cosas y negoció que Chapman fuera a su hotel para ducharse y cambiarse de ropa.
Dos horas más tarde, Stanley, llevó personalmente a Chapman a la prisión, donde pasaría la noche detenido. Más tarde, simpatizantes de Lotus se juntaron en la puerta de la comisaría en apoyo a Colin que no descansaba ni siquiera preso y con un lápiz y el reverso de la hoja de denuncia lo que sería el auto de Fórmula 3 de la temporada siguiente.
Al día siguiente, la Embajada del Reino Unido puso a un abogado que para que trabaje en defensa de Chapman quien perdió el proceso, pero la prensa Británica destrozó a la justicia Holandesa, a la Policía, a los Organizadores… entonces el abogado, al ver el lío que se había armado, se mandó con una factura astronómica y se la entregó a Chapman que este se negó a pagar. El Leguleyo volvió a Londres para negocial su pago, pero murió electrocutado en la bañera de su hotel la mañana de la reunión… Todo muy raro por cierto.