Red Bull y su DRS: El arma ‘secreta’ del RB-19 al descubierto
Todo el paddock estaba inquieto por saber cómo funciona el sistema DRS de Red Bull y como era tan increíblemente eficiente. Lo que alguna vez fue un secreto ahora ha sido revelado en gran medida.
El misterio del funcionamiento del sistema DRS de Red Bull, o más bien de su eficacia, es lo que más ha investigado hoy la competencia. Su funcionamiento preciso parece haber sido descifrado gradualmente por los técnicos rivales, especialmente por Ferrari, con el objetivo de recrear la actuación lo más fielmente posible. No es un proceso sencillo entender cómo funciona este elemento, pues su efectividad depende de varios factores interrelacionados. Esto no solo se refiere a factores que son de naturaleza aerodinámica. La dinámica del automóvil también juega un papel, con la suspensión trasera tomando un papel principal cuando se implementa el sistema DRS.
A nivel aerodinámico, ahora parece claro que la interacción entre la activación del DRS y el difusor del coche es crucial. Los ingenieros ‘NO RED BULL’ han determinado que la carga aerodinámica generada a través del difusor, así como la resistencia, desaparecen en gran medida en el momento que se abre el DRS. Eso también es posible, porque en línea recta casi no se necesito esa carga aerodinámica. ¿A qué velocidad eso sucede? depende de los niveles de carga aerodinámica. En términos generales, para una configuración de carga aerodinámica alta, ese umbral es de 230 km/h y para una carga aerodinámica baja es de unos 260 km/h.
La suspensión del tren trasero también juega un papel fundamental. Red Bull utiliza el sistema que mejor se puede caracterizar como un ‘sistema anti-levantamiento’. Normalmente, un automóvil se elevará ligeramente en la parte trasera debido a la apertura del DRS, dada la reducción de la carga aerodinámica del alerón trasero. Sin embargo, la suspensión del Red Bull contrarresta esto, sin dejar de ser sensible a las fuerzas superiores que empujan el auto hacia abajo.
Debido al aumento de velocidad a través del sistema DRS abierto, el automóvil se hunde aún más, impulsado por la poca carga aerodinámica que aún genera el alerón. Como resultado, el ángulo en el que se coloca el difusor debajo del automóvil se inclina aún más, lo que resulta en una mayor pérdida tanto de carga aerodinámica como de resistencia, exactamente lo que desea en una línea recta. Es un principio que nadie ha logrado nunca en un monoplaza de Fórmula 1.