Carlos Alberto Reutemann ‘Buen viaje Lole’
A Carlos Reutemann le gustaban dos cosas cuando era chico: ver «lolechone», por lo que se ganó el apodo de Lole, y sacarle el Ford a su papá los días de lluvia para andar en un campo embarrado. Su futuro en Manucho, un pueblo a 40 kilómetros de Santa Fe capital, estaba relacionado con el negocio agropecuario. Pero en 1965, ya con 23 años, siguió su otro sueño y comenzó su camino en el automovilismo. Siete años después llegó a la Fórmula 1, donde se erigió como el piloto argentino más destacado de la historia después del quíntuple Juan Manuel Fangio.
En 1965, el Lole hace su debut en el automovilismo a los 23 años en la categoría Turismo Mejorado conduciendo un Fiat 1500. En las dos temporadas que le siguieron se coronó campeón de dicha categoría. Luego compitió en otras categorías nacionales de mayor importancia como la Sport Prototipos, el TC con el Falcon y la Fórmula 1 Mecánica Argentina.
¿Por qué Reutemann quiso correr con Ford en TC, categoría que técnicamente nada tenía que ver con sus intenciones de desembarcar en alguna Fórmula europea? él lo explicó así: Decidí correr con Ford en TC porque mi idea era ir a correr a Europa, y el mejor contacto que uno podía tener para competir allá era Ford. Los motores Cosworth dominaban en la Fórmula 1, y en Sport Prototipos la marca ganaba con el GT40. Para mi ambición deportiva, era un paso muy importante.
A fines de los 60, con su conocida perseverancia se había impuesto como meta correr en Europa. Precisamente en esa época el Automóvil Club había decidido promover a un par de pilotos argentinos en la F2 Europea alistando dos Brabham. Así fue como Lole consiguió su propósito viajando junto a Chiche Caldarella que luego fue suplantado por Carlos Ruesch. En su debut en Hockenheim mostró su talento y dedicación para ser considerado y llegar a la F1. Su vida era el automovilismo. Para ciertas personas, tenía una personalidad controvertida. Parco, detallista, estudioso de cada parte del auto y disfrutaba haciendo pruebas para lograr la mejor puesta a punto.
Reutemann, tenía ya 23 años y algunas carreras callejeras en Santa Fe cuando Américo y Carlos Grossi lo probaron para competir. La carrera sería en Córdoba y hasta allí llegaría con su contrincante por el puesto, Luis Keller. Cuando pasaban por Yocsina, la Policía los paró en la ruta y pidió la documentación de un auto con escape libre que no tenía papeles. Entonces, Keller se bajó a hablar con el agente y Reutemann -que veía en riesgo su posibilidad de debutar- puso primera y arrancó. «Era la única oportunidad que tenía en mi vida de manejar el trayecto que iba desde Yocsina a La Cumbre para ir conociendo el auto», se excusó después.
El ingeniero francés Dupasquier, responsable de Michelin que era el proveedor de neumáticos de la F1, lo definió con un concepto que lo describió de cuerpo entero: “Carlos es un gran piloto y si dispone del auto que él quiere es un ganador en potencia”. Una verdad que se manifestó en su carrera desde sus comienzos con el Fiat 1500. No había detalle que dejara al azar, por eso llevaba de acompañante a “Navitas” (Navas era su apellido) que no pesaba más de 50 kilos.
«Tuve la gran contra de empezar de muy grande y no tener escuela “single-seater” (monoposto), pero vaya recuerdo imborrable aquella eliminatoria en el circuito 5 con los Brabham Junior 1000 cm3 contra Nasif, Di Palma, Marincovich, Franco y Cacho Fangio para subirse a los Tecnos de F-2 de Ron Harris. Vaya recuerdo aquellas vueltas en el circuito 6 con el Brabham BT 28 de La Razón a la cola de Piers Courage (cómo cambiaba de rápido y qué linda novia tenía). La sensación de los monoplazas para mi fue incomparable».
En 1970 con el equipo del ACA de F2 fue subcampeón, título que quedó en manos de Ronnie Peterson. Fue el primer paso en firme para llegar a la F1, aspiración que se concretó de la mano de Bernie Ecclestone –propietario del equipo Brabham- que lo contrató como piloto teniendo como compañero nada menos que a Graham Hill. En 1974, a bordo del BT44 el Lole obtendría su primera victoria en la F1 en el circuito de Kylami (Sudafrica) el 30 de marzo, consiguiendo además el récord de vuelta. Meses más tarde, más precisamente el 18 de agosto, conseguiría su segunda victoria en Austria. Volvería a la victoria en la última carrera de la temporada, el 6 de octubre en Estados Unidos. Con éstas tres victorias más el 6º puesto en Gran Bretaña, y el 3º en Alemania, sumaría 32 puntos y sería 6º en el mundial de pilotos de ese año. Este año también es el recordado hecho de quedarse sin combustible de GP de Argentina cuando venía liderando la carrera, a dos vueltas del final.
En 1975, ganaría una sola carrera, en Nürburgring, Alemania, el 3 de agosto, y se subiría cinco veces más al podio, en los GP de: Argentina (3º), Sudáfrica (2º), España (3º), Bélgica (3º), Suecia (2º), y otros dos 4º posiciones en Holanda e Italia. Año a año Lole Reutemann seguía creciendo, y terminaría tercero en el mundial con 37 puntos.
En 1976 inicia la temporada en Brabham, el Lole no estaba conforme con el rendimiento de los motores Alfa Romeo que propulsaban ese año a la escudería, y acumulaba ya muchos abandonos. es tentado por la escudería Ferrari que le ofrece un tercer auto junto a Lauda y Regazzoni que al año siguiente dejaría el equipo. Como es habitual en el equipo italiano, la convivencia fue complicada y Lauda no era el compañero más agradable y dispuesto. Enzo Ferrari, en su libro, lo definió como un buen piloto pero “atormentado y tormentoso”. ¿Qué lo llevó al Commendatore a utilizar esas ambiguas palabras?. Nunca se sabrá.
En 1977 la escudería Ferrari confirmaría como su dupla oficial: Niki Lauda y Lole Reutemann. En ese año ganaría una sola competencia en autodromo de Interlagos en Brasil, se subiría al podio en cinco carreras más, en los GP de: Argentina (3º), España (2º), Mónaco (3º), Suecia (3º), y Japón (2º). Y sumaría más puntos con el 6º puesto de Gran Bretaña, 4º en Alemania, 4º en Francia, 6º Holanda, 6º Estados Unidos. Terminaría la temporada con 42 puntos y el 4º lugar en el campeonato mundial. Por su parte Ferrari, sería el campeón por quinta vez de la Copa de Constructores.
En 1978, Reutemann tendría una gran temporada, ganando 4 GPs (Brasil, Oeste de los Estados Unidos, Gran Bretaña, Este de los Estados Unidos), y se subiría al podio en Bélgica (3º), Italia (3º) y Canadá (3º). Sumó 48 puntos y terminó tercero detrás de los imparables Lotus de esa temporada de Mario Andretti y Ronnie Peterson.
En 1979, el Lole reemplazaba en Lotus a Ronnie Peterson (subcampeón el año anterior, quien falleciera en un accidente en el GP de Italia de esa temporada). Recordemos que Lotus había sido el equipo campeón de la temporada pasada, sacándole 28 puntos de ventaja al segundo Ferrari. Pese a esos buenos antecedentes que presagiaban una posible gran temporada para Reutemann, la nueva versión del monoplaza, el Lotus 80, tuvo grandes fallas técnicas desde su inicio, a pesar de su novedoso diseño, haciendo que el argentino pudiera obtener sólo 20 puntos en las primeras seis carreras de la temporada, y en la segunda mitad de la temporada solo culminaría solo uno de siete GPs, sin sumar puntos.
Tras su mal año con Lotus, donde Lole Reutemann esperaba más, en 1980 desembarca en Willams, siendo el segundo piloto, y sería quien debería ayudar a Alan Jones para que fuera campeón. En esa temporada, aún siendo el segundo piloto logró grandes resultados, sumando puntos en 10 de las 13 carreras de la temporada, subiéndose al podio en 8 de ellas, incluyendo la recordada victoria en Mónaco. En esa temporada sumo 42 puntos y quedó 3º en el Campeonato de Pilotos.
Llegamos a la temporada 1981, y comenzarían los conflictos. En la primera carrera de la temporada, Reutemann perdería la primera posición luego de una equivocación, y desde los directores del equipo Williams le pidieron que no vaya a buscar de nuevo la primera posición y que se la dejara a Jones.
En la segunda carrera, en Brasil, cuando el argentino iba ganando por bastante distancia, recibió de nuevo la orden de dejar pasar a su compañero de equipo para que ganara, pero el Lole no hizo caso y terminó llevándose la victoria. Lo que después sucedería, es que ni Jones, ni gran parte de los mecánicos del equipo fueron a los festejos, marcando un punto de inflexión en las relaciones, que se ratificaría poco después de mitad de temporada, cuando el team Williams decidió cambiar la marca de neumáticos, cosa que perjudicaba al argentino que se sentía más cómodo con las Michelin, que con el nuevo auspiciante Goodyear.
«Yo creo que hay una decisión estratégica de Williams que hace que yo pierda el campeonato«, Y lo explicó: «Es cuando el equipo deja de usar Michelin y se pasa a Goodyear. Esa decisión fue muy equivocada y hasta me queda la duda, la seria duda, de si no hubo otra cosa detrás porque Brabham, que también usaba las Michelin, se adaptó rápido a las gomas norteamericanas. Mientras tuvimos Michelin éramos los más rápidos. Había miles de razones para eso, pero esencialmente porque el auto andaba mejor con las Michelin. Yo con las gomas francesas sumé como cuarenta puntos y con las Goodyear cinco o seis… Ese fue el eje de la cuestión, amén de un tema interno que se había vuelto tenso».
Luego del episodio en Brasil, saldría 2º en Argentina, 3º en San Marino y ganaría en Bélgica, siendo ésta la última victoria de Lole Reutemann en la F1, luego se subiría dos veces más al podio en Gran Bretaña (2º) y más adelante 3º en Italia.
Aún así, con gran parte del equipo en contra del corredor, los neumáticos nuevos, y la decisión polémica de anular el GP de Sudáfrica dónde el argentino había ganado, Reutemann llegaba a la última carrera con altas chances de salir campeón del mundo, ya que llegaba con un punto de ventaja sobre Nelson Piquet.
Y los problemas siguieron para el argentino, que luego de incidente en la clasificación, tuvo que usar el auto de repuesto en la carrera. Y así fue, que con fallos inusuales en la caja de cambio el monoplaza de Reutemann dejaba de ser confiable, y pese haber largado en la pole, termina en el 8º lugar, y Piquet terminando 5º lograba el título, por tan sólo un punto, que de no haber sido por la anulación de la carrera de Sudáfrica el campeonato hubiera sido para el inolvidable Lole
Si bien 1982, el argentino inició su temporada en la F1 en Williams, y luego de un 2º puesta en la primera carrera en Sudafrica, y su choque en la segunda de la temporada en Brasil, Lole Reutemann decide poner fin a su exitoso paso en la máxima categoría, que no ganó ningún título, por algunas injusticias que a veces se da en los deportes.
¿Alguna vez te preguntaste que sería de tu vida si hubiera salido campeón de la Fórmula 1?
-Sería muy lindo verme en los “books” del automovilismo como “World Champion”, pero en esa lista figuro con unos cuantos triunfos, cosa un poco lejana para un argentino hoy…
-¿Cómo te definís como persona?
-Con virtudes y defectos, como todos. Lo único que agrego acá es que cada cosa que conseguí en la vida me costo un huevo y tres cuartos del otro.
En resumen, Reutemann, largó 146 Gp de F1. Logró 12 victorias y 45 podios. ¿Hacen falta algo más para evaluar la campaña de un piloto? No pudo ser campeón mundial aunque estuvo cerca en dos ocasiones. Como sentenció Juan Manuel Fangio: “En el automovilismo el 70 por ciento es el auto, el 20 es el piloto y el 10 es suerte…sin un auto ganador no es posible ganar”.
Después de Fangio fue el piloto argentino que logró los mejores resultados en F1. Sin embargo, algunos aún ponen en duda su talento. Son aquellos que nunca le ganaron a nadie en la vida y que hablan de “falta de garra” o “siempre terminaba segundo” o “no era un piloto aguerrido” o “nunca arriesgaba” y una serie de críticas sin argumentos de las que los Argentinos ‘SI’ somos campeones, campeones mundiales del exitismo. Era cierto el comentario de Dupasquier. Cuando tenía el auto a su gusto en la puesta a punto era candidato indiscutible.
Hoy, 7 de Julio de 2021, luego de luchar contra diferentes patologías tras un cáncer de hígado sufrido en el 2017, el senador nacional falleció a los 79 años este miércoles al mediodía producto de una última condición de sangrado digestivo por el que llevaba más de un mes internado en el Sanatorio Santa Fe de la ciudad de Rosario. Ya el martes se informó del agravamiento de su estado de salud y por la noche varios medios difundieron publicaciones falsas sobre su muerte, lo cual fue desmentido por Cora, una de sus hijas, la misma que hoy dio la mala noticia. «Papá se fue en paz y dignidad, luchando como un campeón», escribió.